Alicia 4D

Jamás pensé que me podía emocionar tanto. La verdad es que es algo mágico, bueno, son las cosas del avance de la tecnología, tampoco vamos a quitar mérito a eso, pero lo que viví ayer, por casualidad, es algo maravilloso.

Soy Andaluz, de Huelva, tierra de descubridores y como buena capital de provincia andaluza la Semana Santa se vive y se disfruta, sobre todo cuando el tiempo acompaña como está pasando en esta ocasión. Así que como andaluz, no devoto, pero apasionado por las culturas y tradiciones de mi tierra me pasé la tarde del Miércoles Santo disfrutando de la Semana Santa de Huelva. El miércoles es uno de los días más grandes de esta semana, y uno de los momentos más impresionantes se viven en el Barrio Obrero (Barrio Reina Victoria), un coqueto barrio que construyeron los ingleses cuando explotaban las minas de Riotinto para sentirse como en casa. El paso de la Hermandad de la Victoria por este barrio tanto para ir a carrera oficial, como para volver a su templo son espectaculares, y seas o no creyente hay que verlo, es un espectáculo magnifico y maravilloso, pero no vengo a hablar de las delicias de la Semana Santa onubense, si no de lo que pasó después.


Una vez la cofradía salió del Barrio Reina Victoria, mi hermana (embarazada de mi futura sobrina Alicia) y yo pusimos rumbo al centro, para ver alguna cofradía más. En el camino, a paso lento, nos encontramos con una clínica en cuya puerta había un cartel en el que ofrecían ecografías en 4D, algo que yo veía, y recalco el tiempo verbal utilizado, V E Í A, como un pequeño robo. Entramos a preguntar y tras ver las tarifas nos ofrecieron la posibilidad de una eco de 5 minutos gratuita, claro está siendo andaluces y españoles, la palabra gratis nos encanta, y mi hermana aceptó.

Nos metieron en una sala con una camilla, un ordenador con dos monitores y un sofá, justo delante del sofá había una pantalla bastante grande con una luz rojiza detrás. Al entrar tumbaron a mi hermana en la camilla y se preparó para sacar la barriga donde Alicia (mi sobrina) estaba plácidamente acomodada. Apagaron las luces y la habitación quedó iluminada por la luz rojiza que había detrás de la gran pantalla que tenía delante del sofá en el que me había acomodado.

Un poco de gel sobre su vientre y tras extenderlo la enfermera, un encanto por cierto, puso el aparato a trabajar. Blanco y negro en la pantalla comenzó la búsqueda de la pequeña. Cuando apareció en esa pantalla tan grande y en blanco y negro tengo que reconocer que yo no veía absolutamente nada, pero fue entonces cuando la muchacha que tenía esa pistola en la mano pulsó un botón y todo se puso en amarillo y negro, y allí estaba, escondida tras la placenta, se veía una mano y parte de la barbilla...pero la enfermera quería que la viéramos mejor, giró a mi hermana y empezó a decir "Alicia, queremos verte mejor" con un tono muy cariñoso y dulce, y parece que Alicia la entendió. Se separó de la placenta y nos dedicó unos instantes que, podría describirlo con palabras pero, para mi se queda.
No es una foto de Alicia
De frente, sonriendo, tocándose la cara, sacándonos la lengua, haciendo muecas, para terminar esos 5 minutos gratis Alicia decidió estirarse y acomodarse, la sesión de fotos la había dejado muy cansada y tomó la decisión de dormirse otro rato. Ni que decir tiene que ha sido una experiencia maravillosa, que volveremos en unas semanas.

Solo puedo decir, que no lloré en el sofá por vergüenza, que era la primera vez que veía algo así y es algo increíblemente maravilloso.


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